Miles de hombres, mujeres y niños extranjeros están actualmente recluidos en campos de refugiados en Siria por sus presuntos vínculos con Daesh (grupo armado Estado Islámico). Entre ellos hay más de 7.000 niños, 26 de los cuales son de nacionalidad canadiense. Debido a que ningún niño debe vivir en las condiciones deplorables e inhumanas en estos campamentos, el IBCR, junto con otras ONG, denuncia la inacción del gobierno canadiense ante esta situación, y pide a Ottawa que repatrie a sus niños sin demora.
Las condiciones de vida de estos campamentos superpoblados plantean serias preocupaciones en los derechos humanos y del niño. Difícil acceso a alimentos adecuados, agua potable, saneamiento y medicinas decentes, condiciones insalubres, tensiones, violencia… muchos factores amenazan la vida y ponen en peligro la seguridad de quienes viven allí durante meses o incluso años. Decenas de niños sufren de desnutrición o enfermedades que a veces conducen a la muerte. Las víctimas de discriminación y estigmatización, los niños canadienses, ya vulnerables, se enfrentan a un mayor riesgo de hostigamiento, explotación y abuso en estos campamentos, además de los traumas creados por una vida bajo el control de un grupo armado y bajo el signo de la violencia.
Ningún niño, independientemente de su nacionalidad, debe vivir o crecer en un lugar así.
Miembro de la coalición de organizaciones junto con el IBCR, la ONG Human Rights Watch publicó hace unos días un informe sobre la situación en Siria, titulado «Llévame de vuelta a Canadá»: La difícil situación de los canadienses detenidos en el noreste de Siria por sus presuntos vínculos con el Estado Islámico». Denuncia la falta de acción de Canadá para ayudar y repatriar a sus nacionales detenidos en Siria, «con fines de rehabilitación, reintegración y, si es necesario, enjuiciamiento».
Como signatario de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, el Canadá se ha comprometido a proteger a sus niños y debe respetar estos compromisos. Muchos países han comenzado a repatriar a sus nacionales de Siria, y pedimos a Canadá que cumpla su promesa a los niños, cuya detención en estos campamentos no respeta los derechos más básicos ni los intereses superiores.
Fuente: Save the Children Canada