Tras varios años de experiencia en Canadá, sentí la necesidad de volver a conectar con la tierra que me vio nacer. Por ello, decidí postular a una misión de cooperación voluntaria en Togo, con la Clinique d'Expertise Juridique et Sociale (CEJUS).
La CEJUS se creó en 2015 y está dirigida por el Sr. Dieudonné KOSSI. Cuenta con el apoyo de un equipo joven, experimentado, dedicado y dinámico. Esta organización trabaja en diversos ámbitos, como la mejora del acceso al derecho y la justicia para los ciudadanos togoleses, la paz y la cohesión social, la lucha contra la violencia de género, así como las cuestiones relacionadas con la migración y el cambio climático.
Kofi Annan, exsecretario general de la ONU, dijo: «La fuerza de un país se mide por sus jóvenes comprometidos con el cambio». Cuando llegué a CEJUS, me sorprendió gratamente y me emocionó conocer a jóvenes tan implicados en cuestiones fundamentales de la actualidad; jóvenes que están tomando las riendas de su propio destino y luchando por construir no solo un presente, sino sobre todo un futuro que reflejé quiénes son.
Mi mandato de cooperación consistió en reforzar las capacidades de gestión de proyectos. Tras evaluar y analizar los procesos existentes, organicé una serie de sesiones de formación en las que abordamos las diferentes fases de una gestión de proyectos exitosa, las diversas herramientas prácticas disponibles y las habilidades esenciales de un buen gestor. En mi opinión, la habilidad más importante es la adaptabilidad. De hecho, en la gestión de proyectos, «lo único que no cambia es el cambio».
Posteriormente, organicé una jornada de actividades competitivas, denominada «Rally de gestión de proyectos», para brindar a mis colegas la oportunidad de aplicar lo que habían aprendido en las diferentes sesiones de formación.
Se invitó a los miembros de la CEJUS a preparar un proyecto innovador para sensibilizar sobre los derechos de la niñez, en el marco del Día Internacional de la Gestión de Proyectos (7 de noviembre). La actividad generó un gran entusiasmo: los distintos equipos participantes demostraron ingenio y compromiso, ¡todo ello en un ambiente de muy buen humor!
Como nunca había estudiado Derecho, me propuse aprovechar este mandato para abrirme a nuevos conocimientos y ampliar mis horizontes. Aprendí mucho de los miembros de CEJUS a través de las numerosas conversaciones que mantuvimos y gracias a mi participación en la mayoría de las actividades organizadas por la organización (cafés jurídicos, debates públicos, etc.).
Creo que esta actitud es esencial para el éxito de cualquier mandato de cooperación. Es importante no llegar con una actitud de dar lecciones, sino adoptar la actitud de alguien que, consciente de sus conocimientos y habilidades, desea acompañar, fortalecer y apoyar los esfuerzos de un socio, pero sobre todo compartir y comunicarse con la organización anfitriona. La cooperación es un intercambio, un diálogo continuo. Es hermoso cuando las mentes están abiertas. «Una mano cerrada no puede dar ni recibir».
¡Fue una oportunidad maravillosa para crecer tanto personal como intelectualmente!
*Las opiniones, ideas y comentarios expresados en las entradas del blog de las personas colaboradoras son los del autor o autora y pueden no reflejar la identidad organizativa ni las líneas programáticas del IBCR.
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